¿DSLR o mirrorless? La pregunta lleva varios años en la mente de los fotógrafos y videógrafos, una elección que conlleva pros y contras y sobre la que hoy compartimos algunas consideraciones básicas desde el punto de vista del usuario puntual que opta por el alquiler de material fotográfico.
Ventajas en el uso de mirrorless
El menor tamaño y peso que proporciona la ausencia de varios elementos imprescindibles en una DSLR, principalmente el mecanismo de espejo y pentaprisma con visor óptico, proporcionan algunas ventajas obvias según el tipo de uso: en fotografía, menor fatiga en el uso y mayor discreción; en video, más versatilidad para su uso con accesorios de grabación sin necesidad de montajes muy aparatosos. En ambos casos, la existencia de multiples adaptadores las hacen compatibles con lentes de distintos fabricantes. Pero también conviene tener en cuenta que un menor tamaño no siempre es sinónimo de más comodidad. La ergonomía de uso, sobre todo en fotografía, sigue siendo inferior a la de modelos DSLR de uso profesional como la Canon EOS 5D Mk IV o la Nikon D810, cuyos fabricantes llevan años perfeccionando cada contorno del cuerpo de la cámara para un agarre óptimo. En comparación, una cámara mirrorless puede parecer al principio excesivamente pequeña y sus botones difíciles de accionar de manera cómoda.
Mirrorless full-frame, combinación ganadora
Sin duda el lanzamiento de la gama A7 de Sony marcó un punto de inflexión importante, al combinar las dimensiones de una mirrorless al uso con un sensor de fotograma completo que hasta entonces era privilegio exclusivo de las DSLR más avanzadas. El resultado es una cámara que, sin dejar de evolucionar (se encuentra actualmente en su segunda iteración), ofrece un nivel de prestaciones con los que el cambio desde un sistema DSLR deja de ser algo hipotético para convertirse en una opción muy real. La cámara se presenta en tres versiones que difieren principalmente en la resolución del sensor y están orientadas tanto a videógrafos como a fotógrafos de estudio y a usuarios intermedios que necesitan un compromiso entre resolución y velocidad.
¿Qué pasa con las lentes?
En última instancia, la viabilidad de un sistema depende principalmente de la variedad y calidad de los objetivos disponibles. En el caso de la A7, Sony ha apostado fuerte por la fabricación de objetivos propios con el máximo nivel de calidad en cuanto a nitidez y fabricación, con el propósito claro de incorporar a su clientela más profesionales y aficionados avanzados. Un ejemplo claro es el Sony FE 24-70mm f/2.8 GM, zoom intermedio a la altura de los mejores. Por otro lado y como se menciona anteriormente, existe la posibilidad de utilizar adaptadores como el Sony LAEA4 o el Metabones IV para hacer compatible el uso de otras gamas de objetivos de Sony y Canon.
En Fragmáticos, la oferta de cámaras mirrorless brinda la posibilidad de alquilar la Sony A7 II y la Sony A7S II, así como una variedad de objetivos Sony zoom y fijos que iremos ampliando progresivamente.
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